En determinados momentos del tratamiento o por las circunstancias particulares de cada paciente, utilizar el recurso tecnológico de Internet, facilita que una persona que tenga dificultades para salir de casa o que no pueda desplazarse por cualquier razón, pueda tener acceso a una ayuda psicológica.
Este motivo puede ser por el que se pide ayuda o ser una circunstancia que impida acudir a las sesiones. Estudiantes que se van a estudiar fuera o personas que se van a trabajar fuera, personas que tienen un momento de recaída en una crisis fóbica o ansiosa, una enfermedad, cualquier circunstancia que dificulte desplazarse, pueden motivar hacer las sesiones por videoconferencia. El Skype o el Whatsapp permiten mantener el vínculo terapéutico y a través de videoconferencia poder trabajar a pesar de la dificultad de realizar unas sesiones o un tratamiento presencial.
El objetivo, en cualquier caso, es poder ayudar al paciente a mejorar en su autonomía emocional y personal aprovechando cualquiera de los recursos técnicos al alcance.
